– En el medio rural ellas suponen 9 de cada 10 personas cuidadoras no formales.
– En el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, la organización FADEMUR exige adoptar medidas que garanticen sus derechos.
– Desde la organización también recuerdan su oferta de cursos online para promover un envejecimiento saludable que reduzca las situaciones de dependencia.
Con motivo del Día Internacional de las Personas Cuidadoras, la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) denuncia la situación precaria que enfrentan miles de mujeres en el ámbito rural, quienes asumen de manera no remunerada las labores de cuidado en sus familias y comunidades.
En zonas rurales, donde el acceso a servicios de apoyo es limitado y las redes de apoyo comunitarias son menos accesibles, las mujeres se ven obligadas a renunciar a sus proyectos personales y laborales, quedando relegadas al ámbito del hogar y los cuidados. Esto las coloca en situación de mayor vulnerabilidad económica y social, con consecuencias evidentes en su salud física y emocional.
FADEMUR advierte que la falta de políticas que valoren y apoyen el trabajo de las cuidadoras no profesionales contribuye al empobrecimiento y la exclusión social de estas mujeres, al mismo tiempo que socava sus derechos fundamentales.
Perfil de las personas cuidadoras y de las dependientes
Más del 80% de las personas cuidadoras no formales en España son mujeres, quienes a menudo ven limitadas sus oportunidades económicas y sufren un impacto negativo en su salud, según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el medio rural ellas suponen 9 de cada 10 personas que desempeñan este rol, según la Red Española de Desarrollo Rural. Desde UNCEAR, la Unión de Centros de Acción Rural, el 44% de ellas sufre depresión.
El 70% de las mujeres cuidadoras no formales son amas de casa o jubiladas. Suelen realizar una atención de más de 5 horas al día. Solo el 22% tiene acceso al conjunto de servicios y prestaciones del SAAD (Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia) y el 26% teleasistencia. En general, tienen una escasa o nula vida social, un estado de ánimo bajo y en muchas ocasiones tienen problemas en la familia.
En cuanto a las personas dependientes que viven en el medio rural, el 75% vive en municipios de menos de 5.000 habitantes, 2 de cada 3 son mujeres, el 75% son mayores de 75 años, no suelen contar con apoyos profesionales continuados y normalmente tienen dependencia física para las actividades básicas de la vida diaria.
Recursos disponibles
Las personas cuidadoras no formales pueden solicitar ayudas económicas por cuidado en ámbito familiar. Menos del 42% de las beneficiarias cobran entre 100 y 200 euros. Además, esta ayuda es incompatible con algunas de las ayudas sociales autonómicas y locales. Entre el 60 y el 70% de las personas que la solicitan son de poblaciones rurales.
Desde FADEMUR recuerdan que durante los 5 primeros meses de este año han muerto 7.253 pendientes de resolución de grado. También que 8.555 personas no han conseguido recibir prestaciones a las que tienen derecho. Y denuncian que la Ley de Dependencia –que contempla un máximo de 6 meses para los procesos de petición- tarda entre 9 y 19 meses en algunos casos.
Propuestas de FADEMUR
Para revertir esta situación, FADEMUR lanza un conjunto de 7 medidas para mejorar las condiciones de las personas cuidadoras en el medio rural y pide que sean prioritarias y adoptadas con premura:
Campañas de información de recursos y apoyo que ayuden a las personas que cuidan y entorno familiar a la facilitar la gestión de recursos y búsqueda de apoyos en las zonas de residencia.
Apoyo a asociaciones que trabajan en el territorio y fomento de cooperativas de servicios de proximidad.
Servicios de apoyo a personas cuidadoras. Ampliar este tipo de servicios de acompañamiento en los procesos, de respiro en el cuidado, de educación en el cuidado propio.
Campañas de promoción para fomentar la corresponsabilidad y la visibilidad de la realidad y la problemática de los cuidados en el ámbito rural.
Ampliar los recursos en las zonas rurales: centros de Día, SAAD, teleasistencia, cobertura de servicios especializados…
Reconocer y validar el trabajo de los cuidados, formal y no formal. Remuneración del trabajo reproductivo y de cuidados.
Educación en salud mental y prevención de sobrecarga de trabajos relacionados con cuidados.
Lucha de FADEMUR contra situaciones de dependencia
Con el objetivo de reducir la dependencia en el entorno rural, FADEMUR promueve un envejecimiento saludable. De esta forma, la organización mejora la calidad de vida de la población mayor rural a la vez que reduce la sobrecarga de cuidados que es asumida de manera informal por las mujeres. Estos son los objetivos que promueve dentro del programa Cuidándonos para Un Futuro Mejor.
Además de realizar actividades presenciales dentro de este programa, FADEMUR también ofrece recursos online para facilitar el acceso a los mismos. Concretamente, la organización ha recordado que en la plataforma Cuidándonos.FADEMURForma hay disponibles una serie de cursos que tratan la gestión emocional, el papel de las personas mayores en la conciliación familiar o la alimentación saludable, autocuidado y cómo actuar en caso de emergencia en el hogar. Están dirigidos tanto a la población mayor, como a sus entornos y a las personas cuidadoras.
Esta iniciativa de FADEMUR, así como el resto de Cuidándonos para Un Futuro Mejor, cuenta con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
Asimismo, hoy una representante de la organización participa en el III Foro de Envejecimiento organizado por la Fundación Edad & Vida en Madrid. Bajo el título ‘Diseñando tu proyecto de vida’, diversas voces expertas desarrollarán el tema durante los tres días que dura el foro. Concretamente, hoy a las 13:15, la compañera de FADEMUR y experta en la materia Esther Garzón compartirá el panel ‘Envejecer en el entorno rural. Un proyecto alternativo’ con Inmaculada Ruiz, presidenta de UDP, y Josep Martínez Banda, gerente de desarrollo de nogocio Agrobank de Caixabank; con la moderación de María José Abraham, directora de la Fundación Edad & Vida; y la intervención de Francisco Boya, secretario general para el Reto Demográfico.
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